¡Me pica mucho la planta del pie! ¿Qué es esa rojez que me ha salido? Frases típicas que suelen indicarnos la presencia de hongos en nuestros pies.
Las piscinas y baños públicos son los lugares más indicados para cogerlos, y es que en ellos se cumplen las condiciones perfectas para su proliferación: humedad y tránsito constante de multitud de personas que pueden o no padecerlos en ese momento.
Sin embargo tampoco es necesario acudir a un gimnasio o piscina pública para coger hongos, también hay otros factores que pueden producir su aparición, como la práctica de ejercicio fuerte y permanecer con las zapatillas deportivas húmedas durante varias horas.
¿Qué necesitaremos? Agua, Sal y Miel.
- Una buena hora para comenzar este tratamiento es después de la cena. Preparamos un baño de agua con sal e introducimos los pies allí durante unos diez minutos. Esto nos aliviará ligeramente, a la vez que la sal contribuye a "absorber" la parte del sudor que tengamos en los poros.
- Una vez acabado el baño de agua, nos secamos los pies y los dejamos reposar unos dos minutos. Posteriormente, cogemos una brocha -si no tenemos, nos podemos valer de otro utensilio- y nos rociamos una capa uniforme de miel sobre la planta, los dedos y si queremos, incluso el empeine.
- Dejamos actuar el mejunje durante toda la noche. Nota: para no manchar la cama ni resbalarnos, debemos cubrirnos los pies con gasas estériles o similares.
Las piscinas y baños públicos son los lugares más indicados para cogerlos, y es que en ellos se cumplen las condiciones perfectas para su proliferación: humedad y tránsito constante de multitud de personas que pueden o no padecerlos en ese momento.
Sin embargo tampoco es necesario acudir a un gimnasio o piscina pública para coger hongos, también hay otros factores que pueden producir su aparición, como la práctica de ejercicio fuerte y permanecer con las zapatillas deportivas húmedas durante varias horas.
Remedios caseros para eliminar los hongos
¿Qué necesitaremos? Agua, Sal y Miel.
- Una buena hora para comenzar este tratamiento es después de la cena. Preparamos un baño de agua con sal e introducimos los pies allí durante unos diez minutos. Esto nos aliviará ligeramente, a la vez que la sal contribuye a "absorber" la parte del sudor que tengamos en los poros.
- Una vez acabado el baño de agua, nos secamos los pies y los dejamos reposar unos dos minutos. Posteriormente, cogemos una brocha -si no tenemos, nos podemos valer de otro utensilio- y nos rociamos una capa uniforme de miel sobre la planta, los dedos y si queremos, incluso el empeine.
- Dejamos actuar el mejunje durante toda la noche. Nota: para no manchar la cama ni resbalarnos, debemos cubrirnos los pies con gasas estériles o similares.
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